Los resultados electorales del último domingo en Puerto San Julián dieron como resultado un desigual balance de poder en favor del oficialismo municipal, que se encontrará ante la tentación del autoritarismo con cuatro concejales que le responden y solo uno de la oposición: Mauro Santana.
El Concejo Deliberante de Puerto San Julián que funcionará entre 2023 y 2027 tendrá una representación de cuatro concejales radicales y uno peronista.
El concejal por el peronismo será Mauro Santana, que encabezó la lista más apoyada por la oposición, mientras que los legisladores locales radicales serán Natalia Pedernera, Joaquín Serra Vidaurre, María Luz Fracasso y Francisco Oyarzún.
Esto ha sido producto de unas elecciones en las que el radicalismo vidalista se impuso por amplia diferencia tanto para intendente como para concejales, y en las que también el voto en blanco se instaló como tercera fuerza.
La mezcla de voto conservador y voto en blanco dio como resultado una nueva configuración política caracterizada por el desbalance de poder.
Mientras en el mandato que se termina el Departamento Legislativo tiene una conformación pareja de concejales, repartida entre oficialismo y oposición, en esta ocasión la presencia del radicalismo será dominante.
Esta situación pone a Gardonio ante la tentación autoritaria de usar al Concejo Deliberante como una escribanía en la que su mayoría automática haga pasar todos sus proyectos.
Mauro Santana tendrá un margen acotado frente a la maquinaria gardonista, pero también la responsabilidad de ser un contrapeso, representar y canalizar ese descontento con el intendente que en parte se fue hacia el voto en blanco.